La cerveza junto con el pan fueron los productos
básicos de la dieta de los antiguos egipcios. Las inscripciones más antiguas
que se han encontrado, así lo ponen de manifiesto. De hecho, la palabra que
empleaban para referirse a alimento, incluía los determinativos (indicaciones
semánticas no legibles) de ambos artículos, lo cual, hace hincapié en su
importancia. Además, el pan y la cerveza se colocaban en las tumbas como las
ofrendas más importantes para la vida futura, como también vemos reflejados en
los textos de sus muros.
En el Antiguo Egipto había “casas de
cerveza”, una especie de tabernas que no tenían buena reputación, por la
afluencia a las mismas de soldados y prostitutas en busca de clientes.
Podríamos considerarlas como una combinación de los actuales burdeles y
cabarets. La cerveza la consumía desde el faraón, hasta el último campesino o
artesano, y podríamos considerar a la civilización egipcia como la primera en
producirla industrialmente.
Sobre su
origen, se atribuye su invención al dios de los muertos Osiris, o según otras
tradiciones a la diosa Hathor (diosa que se representa con cuernos de vaca),
que la elaboró personalmente con sus propias manos. Las normas de fabricación
solían ser muy estrictas en todo Egipto, y trataban de evitar posibles
manipulaciones del contenido, tarea en la que se implicaba el propio faraón.
Las jarras en donde se depositaba estaban selladas con arcilla cocida, que
certificaban su calidad y autenticidad, colocando una inscripción en la tapa
del recipiente que no se tocaba hasta que la jarra se abría.
En diversas pinturas halladas en las
tumbas, nos indican que esta preciada y refrescante bebida se obtenía, bien en
viviendas particulares, bien por personas que se dedicaban expresamente a ello,
a los que podríamos considerar como versados en el oficio cervecero,
especialmente, si su destino final eran funcionarios, o personajes similares.
Historiadores clásicos como Herodoto del siglo V y Diodoro de Sicilia del I
ambos anteriores a J.C., nos informan que la cerveza la obtenían a base de
cebada, mientras que el historiador romano Plinio del siglo I después de Cristo
pensaba que se realizaba con trigo. Ya en 1990, investigadores de la
Universidad de Cambridge llegaron a la conclusión que los egipcios elaboraron
cerveza con uno u otro cereal, es decir, trigo o cebada. A la que, con
frecuencia, añadían dátiles, higos, miel, o distintas frutas, y de esta manera
aceleraban su proceso de fermentación. En ocasiones excepcionales se realizaba
una cerveza especial, normalmente en celebraciones religiosas dedicadas a
divinidades como: Hathor o Basthet (la diosa con cara de gato). Otra
investigación, del arqueólogo Patrick McGovern, confirma la elaboración de una
cerveza egipcia que se remonta a tres mil años de antigüedad, obtenida a base
de tomillo y amapola adormidera. En fin, en el país de los faraones se contaba
hasta con diecisiete tipos de cerveza como mínimo, que oscilaban entre los
cuatro y los catorce grados de alcohol. Las turbias, espesas y de baja
graduación eran las más comunes, y las cervezas claras, aromatizadas y con más
graduación alcohólica eran las más caras y apreciadas; las consumidas por las
clases altas y destinadas a las ofrendas a los dioses. Además, la cerveza y el
pan también se utilizaban como medios de pago.
Cuando Egipto cae en poder de los romanos,
la cerveza pierde importancia y se verá sustituida por el vino, bebida
preferida por la cultura greco-romana; y así seguiría en la sociedad cristiana
venidera.
Me ha parecido interesante concluir esta
entrada haciendo referencia a una cerveza elaborada en Cambridge, con una
antigua receta hallada en el Templo del Sol, perteneciente a la reina
Nefertiti, esposa del faraón Akenaton, que fue el que mandó construir este edificio
y entre sus dependencias contaba con una cervecería. Esta cerveza lleva el
nombre de su hijo, el famoso Tutankamon. La botella se presenta en una preciosa
caja de madera que muestra coloridos jeroglíficos en su exterior.
Se
presenta como la cerveza más antigua del mundo: Tutankamon (Hijo -pato- de Ra
-círculo- El símbolo viviente de Amón, gobernante de Heliópolis del Sur, tal y
como aparece en el cartucho de la derecha). Éste era, lo que podríamos llamar
su Nombre de Nacimiento (Sa Ra). Su Nombre de Trono (Nesut Bity) lo vemos en el
jeroglífico vertical de la izquierda: Rey del Alto -junco- y Bajo Egipto
-abeja- "El señor de las manifestaciones es Ra", lo podemos leer en
el interior del cartucho (Shen). Entre las dos líneas paralelas inferiores
pone “cerveza (HeNeKeT) para su
majestad” en la lengua faraónica.
Como habrá observado el lector, la
transliteración de la palabra cerveza se escribe hnkt, la vocal e
interpuesta entre las consonantes es para facilitar su lectura, ya que el
jeroglífico carecía de vocales. La podríamos pronunciar más o menos como Henekt,
de sonido gutural muy parecido al de la conocida marca de cerveza holandesa Heineken.
NOTA: Las
imágenes ilustran la producción de cerveza en el Antiguo Egipto y la actual
cerveza Tutankamón.
R.R.C.
R.R.C.