Cuando el graffiti se convierte en una obra de arte es digno
de admirar y de proteger, como es el caso que nos ocupa en esta entrada. La
imagen que contemplamos se encuentra en las paredes laterales de un edificio
que avisté en Praga, capital de la República Checa. Lamentablemente, desconozco
el autor o autores del mismo, también la fecha en la que fue ejecutado, pero
por su buen estado de conservación no debe de hacer mucho*. Sobre la
famosa banda de Moebius vemos que se desplazan una serie de excavadoras
(buldózer) de diferentes clases, que se intercalan con otros tantos carros de
combate como persiguiéndose unos a otros, de un fuerte color verde oliva que
contrasta con amarillo de las primeras (colores habituales en esta maquinaria
pesada), en la que el hierro es su componente principal.
Evidentemente,
estos vehículos no están escogidos al azar, pues mientras que unos sirven para
construir, sobre todo infraestructuras, como carreteras, puentes, túneles,
trasvases, etc., los otros sirven para destruir lo que ya han hecho los
anteriores. Por lo tanto, se van alternando sobre una banda infinita los
vehículos que simbolizan la construcción para el bienestar de la sociedad, con
aquellos que simbolizan todo lo contrario: la destrucción de lo ya construido y de la propia sociedad. Y esta es la historia interminable; todo lo
construido será destruido por una nueva guerra, y volver a empezar. Al menos así ha venido siendo hasta ahora y las esperanzas de que esto cambie son
remotas.
Por otra parte,
la conocida cinta de Moebius es una construcción físico-matemática que se ha
empleado en la literatura, el arte, la música y en otras disciplinas. Presenta
numerosas y curiosas propiedades que no vienen al caso en este comentario,
salvo su infinitud, pues nunca se termina lo que transcurre por ella, es decir, el
hombre nunca dejará de construir y destruir lo construido. Una pena infinita.
* Después de tener escrito este comentario, la única
información que he podido encontrar en Internet, es de que la obra fue pintada
por un artista italiano con el pseudónimo de Blu en 2008 con el título: “Franja
de Gaza”. Al final, he optado por dejar el texto tal y como lo tenía redactado,
y añadir esta posdata.
Nota: Esta banda es el signo que utiliza las
matemáticas para referirse a infinito, y no un 8 acostado como piensa mucha
gente.
R.R.C.