En la Antigua Roma se celebraban unas fiestas que anunciaban el solsticio de invierno en el mes de diciembre, dedicadas al dios de la agricultura Saturno y conocidas como Saturnales, en las que se repartía entre los comensales una especie de tortas redondas con higos, dátiles y miel para endulzarlas; y con un haba seca en su interior. Al afortunado que le salía era nombrado rey de reyes por un día, o lo que se acordara previamente. En esta fiesta participaban también los esclavos, a los que se les recompensaba de esta manera el duro trabajo realizado en el campo hasta el comienzo del invierno. Sin embargo, el haba seca ha pasado de ser un premio a ser un castigo, ya que al desafortunado que le toque debe de pagar el roscón. La expresión insultante “tontolaba”* está directamente relacionada con la persona que ha tenido la mala suerte de encontrarla en su ración y, en otros casos, se ha sustituido por pequeños juguetes que los más jóvenes esperan encontrar en su interior.
Antropólogos de prestigio se han ocupado
de cómo ha ido evolucionando esta celebración en España, es el caso de Caro
Baroja, que recoge una costumbre del siglo XIV en el Reino de Navarra, en la
que se nombraba rey al niño que encontraba el haba seca, práctica que se ha
mantenido hasta la actualidad. En Andalucía también se daba una costumbre
similar. No obstante, en España, la generalización de celebrar la víspera de Reyes
de la manera que lo hacemos, degustando un roscón con chocolate es una fiesta
bastante reciente.
Acerca del significado del roscón adornado
habitualmente con trozos de fruta azucarada de distintos colores en su parte
superior, es evidente que simboliza una corona real con las piedras preciosas
que lleva, representadas en dichos trozos de fruta. Respecto al haba seca, en
un principio allá por el siglo III, era un símbolo de prosperidad y fertilidad**, así que, el hecho de obtenerla era
un indicio de comenzar el nuevo año con buen pie. Cuando desaparecieron estas
fiestas paganas y fueron sustituidas por festividades cristianas, en este caso por la celebración del día de Reyes, se mantuvieron algunas tradiciones como la
de la torta, que con el paso del tiempo se transformó en roscón, más parecido a
una corona de rey.
Bien, llegados a este punto, si nos
encontramos en víspera de Reyes, lo mejor que podemos hacer es olvidarnos de
todo lo anterior y degustar este famoso dulce, a ser posible, con chocolate
espeso.
* Vendría a ser la apócope de “tonto del haba”.
**Aunque no creo que se pueda establecer una relación,
precisamente, en la lengua del Antiguo Egipto, la palabra haba se transcribe
como iur, que seguida del
determinativo de una mujer sentada con el vientre abultado indicaba embarazo,
sinónimo de fertilidad. La frase “me he tragado el haba” equivalía a decir: me
he quedado embarazada.
Nota. Ya que nos acercamos a al 6 de
enero, en el blog hay una entrada titulada: “La historia de los Reyes Magos”.
Se puede utilizar el buscador que aparece en la parte derecha de la página.
R.R.C.