No hace
falta ir a Egipto para visitar un auténtico templo egipcio, ni siquiera salir
de España, ya que en el mismo centro de Madrid podemos encontrar un precioso
edificio del año 200 antes de JC,
erigido por el faraón Ptolomeo IV Filópator, dedicado al dios Amón en Debod a
orillas del rio Nilo próximo a la primera catarata, muy cerca del trópico de
Cáncer, que hubiera quedado bajo las aguas de la presa de Asuán de no haber
sido rescatado. Fue donado a España por su colaboración en el rescate de
templos que iban a quedar sumergidos como consecuencia de la construcción de la
gran prensa, entre los que destaca el de Abu Simbel. Desde la explanada del
templo de Debod, la construcción más antigua de Madrid, se tienen unas
excelentes vistas sobre la Casa de Campo, la catedral de la Almudena y el
Palacio Real.
El núcleo arquitectónico del santuario es la parte
más antigua conservada del templo y se encuentra en buen estado. Esta capilla
está consagrada, desde su inicio, al dios Amón de Debod. Pilonos o portales de
acceso a través de la vía procesional, preceden al templo y, una vez atravesados,
estamos ante la fachada principal. Constituida por cuatro muros intercolumnios
hasta media fachada, con cuatro columnas de fuste monolítico, dos capiteles papiriformes acabados y otros
dos inacabados. Una vez atravesada la puerta de entrada, nos encontramos con un
vestíbulo sostenido por columnas, como vimos anteriormente, que da acceso
directo a una capilla y, siguiendo la simetría típica de estos santuarios, también
se accede a una sala, así como a un corredor y a la escalera de subida a la
planta superior, donde se encuentran la capilla Osiriaca y la Terraza. A ambos lados de los pilonos y precediendo a la capilla, se encuentra un estanque que vendría a recordarnos el río Nilo, lugar de su emplazamiento original. Finalmente,
y tras dos intensos años de trabajo y esfuerzo en la reconstrucción del
monumento, el día 18 de julio de 1972 fue inaugurado el Templo de Debod por el
entonces alcalde de Madrid Arias Navarro.
Afortunadamente, un artista de estilo romántico
británico del siglo XIX, David Roberts, visitó Egipto y pintó numerosas construcciones
de época faraónica, entre las que se encuentra este maravilloso templo en su
estado original, tal y como lo vio él hace más de 170 años, reproducido sobre estas líneas.
R.R.C.
Nota: Fotos del autor
Nota: Fotos del autor