Este magnífico y robusto anillo de oro con
inscripciones jeroglíficas en forma de sello oval procede del país de los
faraones. De la XXVI dinastía egipcia y con una antigüedad aproximada de 2600
años, perteneció a un importante sacerdote que, probablemente, vivió en la
ciudad de Letópolis (Jem, en egipcio) en el sur del delta del Nilo, que entre
otros títulos se refiere a él como Señor de esta localidad, tal y como podemos
leer en la inscripción. Miles de años después fue propiedad de un urólogo de la
Ciudad Condal, que se pudo permitir el lujo de lucirlo habitualmente en un dedo
de su mano y, tras dejarlo a sus herederos, el Museo Egipcio de Barcelona lo
adquirió para exponerlo en una de sus vitrinas dedicada a joyas del Antiguo
Egipto. Sortijas como esta existen unas seis más.
El
nombre de su antiguo dueño lo podemos ver en la parte inferior derecha: un pato
que se transcribe por Sa, y sobre el ave dos arcos atados en un paquete
rectangular, o sea, el ideograma de la diosa Neit, o Net, una antigua divinidad
egipcia de la guerra y la caza. Entre sus títulos figura el de directivo de las
capillas de la nombrada diosa; sacerdote del dios Horus… Y otras menciones. En
fin, otra pieza más que nos indica el grado de calidad y perfección técnica que
alcanzaron los orfebres egipcios de aquella lejana época.
R.R.C.