Nos
encontramos ante una de las joyas que aparecieron en la tumba de este faraón,
concretamente en el brazo derecho de la momia cuando fue descubierta en 1922
por H. Carter en el Valle de los Reyes. Un brazalete flexible de cuentas
elaborado a base de oro, cornalina, loza y piezas de vidrio, que lo dotan de un
gran colorido y vistosidad. Asimismo, un espectacular cierre rojizo con forma
de ojo de Horus, el Udyat (el que está completo), símbolo que protege y da
estabilidad a su portador. Uno de los amuletos mágicos más potentes y utilizados
en el Antiguo Egipto.
En el reverso del cierre nos encontramos
con la frecuente inscripción jeroglífica que suelen llevar estas obras maestras
de la orfebrería egipcia; entre la que podemos observar el cartucho de
Tutankamón, el cual hace referencia a él como gobernante. Además, también se
refiere al faraón como Señor de las dos Tierras (Egipto); imagen de Ra; y que
sea dotado de vida eternamente y para siempre. En fin, las habituales
dedicatorias que los orfebres y artistas egipcios reservaban a sus monarcas.
NOTA: “eternamente” hace referencia a la
eternidad cíclica en la que interviene la tierra; mientras que “para siempre”
hace referencia a la “eternidad luminosa” en la que interviene el Sol. De ambas
maneras los antiguos egipcios se pronunciaban sobre la eternidad.
R.R.C. NOTA II: Imagen bajada de Internet