El humor siempre
ha estado presente en todas las culturas, por primitivas y atrasadas que éstas
nos puedan parecer, está asociado a la condición humana, digamos, que sin su
comparecencia la vida hubiera resultado imposible. A pesar de las rigideces, brutalidades,
injusticias y faltas de libertad que todos estos pueblos tuvieron que soportar,
entre ellos, siempre se hizo un hueco la gracia, el ingenio, la ocurrencia, la
ironía, el chiste en fin. Lo podemos comprobar a lo largo de toda su creación
literaria; me estoy refiriendo a culturas tan diferentes como la sumeria, la
egipcia, o la romana, por ejemplo. Todas ellas violentas y despiadadas con las
clases populares de aquellos tiempos, que a pesar de ello, no renunciaron a
pequeños momentos de burla y picardía, como pudieron comprobar investigadores
británicos que hicieron una lista con los chistes más primitivos de la
historia. Llegaron a la conclusión, que el más viejo de todos procede del
período neo-sumerio, allá por el año 1900 antes de J.C., originario de lo que
actualmente es el sur de Irak. El chiste en cuestión dice como sigue: “Algo que
nunca ha ocurrido desde tiempos inmemoriales: una joven mujer tirándose un pedo
sobre las rodillas de su esposo". No sé la gracia que les puede hacer a
ustedes ahora, pero hace casi 4000 años era mucha, pues se supone que
provocaba grandes carcajadas entre los sumerios. Además, es el primer chiste
del que tenemos constancia, por lo se podría considerar con los datos
actuales, como el chiste más antiguo del mundo, no necesariamente el mejor.
Para Paul
McDonald, que fue coordinador de la investigación sobre los primeros
chascarrillos de la civilización, “Los chistes tienen en común la intención de
romper tabúes y un cierto grado de rebeldía". Lo cual es evidente en la
chanza ya expuesta, y también lo podemos comprobar en otros chistes de las
civilizaciones mencionadas y que refiero a continuación:
En el Antiguo
Egipto de los faraones, hacia el año 1600 antes de J.C., nos encontramos con el
que podíamos considerar el segundo chiste más antiguo de la historia, referido
al soberano Snefru* dice así: "¿Cómo entretienes a un faraón aburrido?
Navegas en un bote cargado con mujeres jóvenes vestidas sólo con redes de
pescar y le pides al faraón que vaya a atrapar un pez".
Por último, muy
posterior a la ocurrencia egipcia, nos encontramos con un chiste muy conocido
en la Antigua Roma, de tiempos del Emperador Octavio Augusto, en el que él
mismo es el protagonista, y parece que tuvo una gran difusión entre los siglos
I anterior y posterior a Cristo. Manifiesta lo que sigue: “El Emperador Augusto
estaba viajando por su imperio cuando se encontró con un hombre que se parecía
mucho a él. Impresionado le preguntó: "¿Quizás tu madre trabajaba de
sirviente en el palacio?" "No, su majestad," —respondió éste—
"pero quizás mi padre sí..."
Las culturas
pasan, las civilizaciones se acaban, el mundo continúa y el humor (fruto de la
propia naturaleza humana) permanece.
*Hay que aclarar que dicho faraón es muy anterior al 1600 a.
de J.C., ya que fue el primer monarca de la famosa IV Dinastía, mil años antes
de la fecha indicada.
R.R.C.