sábado, 10 de mayo de 2025

EL NUEVO PAPA LEÓN XIV

 

     El 8 de mayo de 2025 fue elegido un nuevo papa por los cardenales de la Iglesia católica en el incomparable marco de la capilla Sixtina del Vaticano. No se hizo esperar mucho, y en la cuarta votación hubo fumata blanca en la chimenea instalada para este propósito, cuando tan solo llevaban reunidos desde la tarde del día anterior. El papa 267 desde San Pedro, nombrado  por el propio Jesús para esta difícil tarea. Ha elegido eL nombre para su pontificado de León XIV, el cardenal estadounidense Robert Prevost. Como siempre suele ocurrir, había otros candidatos con más posibilidades “a priori”, pero se ha cumplido la máxima de “quién entra papa al cónclave sale cardenal”. También quiero aclarar desde el principio, que el nuevo papa es sucesor de San Pedro, ante todo, y no del papa anterior o del papa que toma el nombre. Se espera del nuevo sumo pontífice que marque su propia línea doctrinal, como no puede ser de otra manera.

     Ha sido sorprendente la cantidad de contertulios de cualquier clase; de todas las creencias, opiniones e ideologías posibles, que se han puesto a interpretar el por qué ha elegido el nombre de León. La mayoría de estos expertos ya han llegado a la conclusión de que pretende seguir la línea marcada por su antecesor León XIII, de finales del XIX y principios del XX, en asuntos sociales (encíclica Rerum Novarum, la primera de la Iglesia Católica que aborda estas cuestiones), y de ahí que haya escogido este potente nombre que procede del latín, el cual, dicho sea de paso, representa simbólicamente al evangelista Marcos, pues comienza informándonos de la voz clamando en el desierto de San Juan Bautista, equiparando su voz al rugido enérgico del león, igual que será la de Jesús.

     De todos los que yo he escuchado sobre este asunto, todavía no he oído ni leído nada al respecto del primer papa que llevó este nombre a mediados del siglo V de nuestra era, y que su papado de prolongó durante más de 20 años, y ha sido uno de los papas más importantes de la Iglesia católica, como lo prueba una multitud de hechos. Fue el primero en ser llamado MAGNO, así que se le conoce como León I el Grande. Asimismo fue nombrado Doctor de la Iglesia. Tuvo que hacer frente a herejías que se propagaron en su tiempo. Fue un gran teólogo, como demuestran multitud de escritos que han llegado hasta nosotros (abundantes sermones y cartas). Incluso, ha sido reconocido santo. Por cierto, también fue el primero en utilizar el título de Pontífice Máximo, que anteriormente poseían los emperadores, pero que ya no lo hacían desde el 382, pues se refería a los dioses paganos y en estas fechas el Imperio ya era oficialmente cristiano.

     No me gustaría acabar esta entrada, sin traer a la memoria dos hechos de carácter político de vital importancia para el Imperio romano durante su pontificado. El primero de ellos tuvo lugar en el año 452 en la ciudad de Mantua, un encuentro con el temido rey de los hunos, Atila. Sin más armas que la palabra y acompañado de una pequeña corte, convenció a Atila para que no atacase y destruyese Roma, que era su principal objetivo, diese media vuelta y se fue para no volver. ¿Qué hablaron? Nadie lo sabe con certeza, aunque se barajan distintas opiniones en las que no entraré, ya que ninguna de ellas ha sido probada. Hay que decir que el Imperio pasaba por una debilidad extrema, con Valentiniano III a la cabeza (de valiente solo tenía en nombre). Tres años después, una situación similar se produjo con los vándalos de Genserico. Esta vez sí entraron en Roma, pero León I les convenció de que solo la saquearan, que respetaran las vidas de sus habitantes, las iglesias y  que no la incendiaran. Podía haber sido peor sin la intervención del papa.

     Volviendo al inicio del post, quién sabe qué pasó a Robert Prevost por su cabeza cuando eligió llamarse León para su mandato. Desde luego, yo no descartaría al pontífice número 45 de la Iglesia católica San León I el Magno. No obstante, horas después de escribir esta entrada, el propio papa ha comunicado a los cardenales, que la principal razón para elegir su nuevo nombre fue el pontífice León XIII. Si él mismo lo dice. Amén.

      R.R.C.