Es el lugar más visitado y popular de la ciudad, rodeado de diferentes casas de colores de distintas épocas, con fachadas y tamaños variados. El día del mercado hay numerosos puestos de artesanías que ofrecen una gran variedad de productos de madera, telas, herrajes… a sus clientes, yo destacaría objetos de ámbar del Báltico. Hay mucho ambiente en la plaza, por los restaurantes, bares y cervecerías típicas que se pueden encontrar en las calles aledañas es el corazón de Tallín. Además, en una de sus casas se encuentra la farmacia más antigua de Europa y todavía está abierta al público. Pero el edificio que más llama la atención es el ayuntamiento, que con su esbelta torre en uno de sus lados actúa como un reclamo para el visitante. Fue construido a principios del siglo XV y es el único ayuntamiento del norte de Europa de estilo gótico, y la construcción más representativa de esta ciudad medieval de calles empinadas y estrechas, con agujas puntiagudas que sobresalen de los tejados. Un paseo por las calles del centro de la capital de Estonia es regresar ochocientos años en el tiempo. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.
R.R.C.
Nota: fotos del autor.